El «Plan Sil Limpio» involucrará a 4.600 escolares y ayudará a mejorar el hábitat del oso y la cuenca fluvial.

La Confederación Hidrográfica del Norte (CHN) y la Fundación Oso Pardo escenificaron ayer en Bárcena su alianza para conservar la cuenca del Sil. La herramienta será el llamado Plan Sil Limpio y el objetivo, cambiar la mentalidad de los bercianos para evitar las agresiones a los ecosistemas fluviales, que forman parte del hábitat del oso pardo entre otras especies y mantener en buen estado la cuenca de un río que vertebra al Bierzo y Laciana.

El convenio entre el organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y la fundación conservacionista reunió en las oficinas del pantano de Bárcena al presidente de la Confederación, Jorge Marquínez y el responsable ecologista Guillermo Palomero, y servirá para concienciar, en primer lugar a 4.600 escolares de Primaria y Secundaria, que recibirán charlas en sus centros de enseñanza y visitará la Depuradora de Aguas Residuales de Villadepalos, antes de participar en un concurso de dibujo, redacción y fotografía. La campaña, que implica la Asociación AEMS-Ríos con Vida, la Asociación de Pescadores Alto Sil y el Club Deportivo de Pescadores del Bierzo, también programará una limpieza simbólica de carácter popular, dirigida a toda la población para modificar los hábitos de comportamiento de los bercianos y fomentar un consumo responsable del agua. La campaña abarcará las poblaciones de Villablino, Palacios, Páramo, Toreno, Ponferrada, Camponaraya, Cacabelos y Villafranca.

Guardas del ecosistema fluvial

El acuerdo permitirá además, según destacó Marquínez, que los guardas de la Fundación Oso Pardo no sólo se dediquen a velar por el plantígrado, sino que también colaboren con el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil a la hora de detectar agresiones en la cuenca fluvial.

La campaña servirá para consolidar la recuperación del Oso Pardo en la zona occidental de la Cordillera Cantábrica, resaltó Palomero, muy satisfecho con el crecimiento de una especie que aunque sigue sufriendo la amenaza del furtivismo, ya cuenta con cerca de un centenar de ejemplares en el Oeste de la cordillera, entre ellas 15 hembras que criaron durante el pasado año.

El oso, incluso, está recuperando algunos de hábitats perdidos como Los Ancares. «El bache de los años noventa ya ha pasado. Pero aunque el oso está recuperándose, sigue en peligro de extinción y no podemos bajar la guardia», afirmó.

Según informó ayer la Fundación Oso Pardo (FOP), una de las primeras acciones que se llevarán a cabo será la vigilancia del hábitat en las cabeceras de las cuencas incluidas en el ámbito de actuación de la Confederación Hidrográfica del Norte, que afecta a las comunidades autónomas de Asturias, Cantabria, Galicia y Castilla y León.

En este sentido, la FOP aprovechará la presencia de las patrullas que operan en estas áreas para detectar aquellas actividades que puedan degradar este medio, de gran importancia para la supervivencia del oso pardo cantábrico. Otra de las acciones, que se desarrollará en el Alto Sil, pretende acercar a los ciudadanos la importancia de la conservación de los ecosistemas fluviales y de las especies asociadas a los mismos.